Dicen en la empresa donde trabajo de fijo (y donde me han pedido que renunice luego de cuatro años) que soy mal periodista y que no se cabecear (mas que de sueño), sin embargo son a los únicos que no les gusta mi trabajo (luego de cuatro años, y de llamarme cuando regresé mi pasantía en el mejor semanario político de España).
Escribo para tres revistas internacionales, con editores internacionales, y nunca se han quejado de mi trabajo, al contrario me apoyan de forma inusitada (a veces me sorprende y me apena). En contra parte en esta que es nacional con perfil medio, y editores (con excepción mia) que nunca han trabajado fuera de esta ciudad, y algunos que nunca han sido reporteros, mi trabajo les resulta deficiente.
De verdad, me siento como un desadaptado, como cuando era adolescente y los vagos de la calle se burlaban de mi por que me gustaba leer y no entendían de lo que les hablaba; porque nuca quise inhalar solventes con ellos y les hablaba de plantas de poder y drogas sobre diseño. La única diferencia es que ahora ya no trato de hacerlos entender que el mundo es más grande. Sólo guardo silencio y preparo mi retirada...
martes, 14 de octubre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario