Free Burma!

martes, 20 de marzo de 2007

Nieve

Hoy por cuestiones de trabajo y de tiempo no fui a comer a casa, además que por terminar un texto se me olvidó preparar el almuerzo, porque aquí se almuerza a las 2 de la tarde. Pues como contaba ante lo apremiante del trabajo fui a comer a un Burguer King que está atravesando la calle, justo frente a la oficina, aunque como aquí todo es muy ordenado, siempre que asisto al citado lugar donde venden hamburguesas debo caminar media cuadra para llegar a la esquina y poder cruzar por donde se debe. En fin, una vez que llegue a la franquicia pedí una hamburguesa que tiene un par de rodajas de chile jalapeño, las cuales se ven como jalapeño, huelen como jalapeño, pero no saben a jalapeño y menos pican como jalapeño. Pero ese no es tampoco el quid del asunto, claro que tampoco iba a escribir en dos líneas lo que me pasó hoy, porque en verdad que amerita un poco más de "tinta". Una vez que me sirvieron mi hamburguesa con falsos jalapeños (algo así como la falsa tortuga de Alicia en el País de las Maravillas, que sólo sirve para hacer sopa de falsa tortuga) y mi refresco de naranja, busque un asiento que diera vista a la calle, por aquello de que siempre es bueno saber quien entra en un lugar, o por si algún sicario busca a alguien que no sea uno y nos pueda ver la cara para evitar confusiones. El sol era bello esa tarde a pesar del viento frío y de la advertencia de nevada (ver post anterior). La hamburguesa fue devorada en pocos minutos y solo quedó la ociosa opción de comerme las patatas fritas, papas a la francesa o liberty fries, de una en una mientras daba sorbos medianos al mediano vaso con refresco de naranja.
En medio de todo eso se dio el milagro, unas cosas blancas comenzaron a caer del cielo, en principio pensé que era polvo de yeso o algo así pues cerca hay una obra en construcción (medio España esta construyendo algo y la otra mitad esta reparando lo que ya tiene), sin embargo el asunto abarcó toda la calle y fue entonces cuando pensé: "esto debe ser nieve" y el corazón me dio un vuelco de alegría, para ese momento ya habían pasado unos 10 minutos y yo seguía sentado viendo los presuntos copos, finalmente me animé a salir y comprobarlo, pensando en dejar caer la blancura del cielo sobre mi pálido rostro, al salir sólo sentí algunas gotas de agua, como una suave llovizna, pero de la nieve nada, en el pavimento se veían los rastros húmedos de lo que había caído, yo quiero creer que era nieve, aunque pudo haber sido la lluvia distorsionada por el cristal del lugar y el reflejo del sol, pero en mi fuero interno y para efectos de la memoria, puedo decir que vi nevar.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

en milán tampoco ha nevado y un invierno sin nieve parece que no es bueno por acá. y bueno, ver nevar es divino, estar en medio de la nevada es una catástrofe!, el año pasado que nevó tremendamente a finales de enero, del trabajo tuve que regresarme caminando a mi casa porque no había autobus, tranvía o metro que pudiera circular... y vaya que entonces trabajaba lejos!.

David Santa Cruz dijo...

¡Es cierto! ¡es cierto!, vi un lindo gatito, bueno en realidad no era gatito, fue nieve me lo dijo el chico polaco que vive en la casa.

Viridiana dijo...

vaya nevada tan bonita y sorpresiva que te toco pero tengo una pregunta ¿que hay del vida suero oral?, mejor aun ¿que hay del calor de 40º?