Free Burma!

domingo, 18 de marzo de 2007

Compromiso y revolución

Hace un par de días fui a un concierto, la ONG Solidaridad Internacional celebraba su 20 aniversario y para ello invitó a gente como Joan Manuel Serrat, Joaquín Sabina, Ana Belén, Víctor Manuel, Miguel Rios, Luis Eduardo Aute, Ismael Serrano (que sólo cantó una canción), y algunos otros artistas, al concierto asistimos 10 mil personas, según los datos de la ONG.
Cada artista leía al final notas acerca del hambre en el mundo y de los problemas de los países del tercer mundo (que existen apesar de la desaparición del segundo), hablaban de miseria y la gente ahi reunida aplaudía y gritaba: ¡no más hambre!, ¡no a la guerra! y hasta ovacionaron a Aute cuando les dijo: "La solidaridad es belleza y hoy estais todos muy guapos".
Sin embargo, cada vez que escuchaba aquellas cifras el alma me ardía, y me preguntaba, ¿de verdad se están solidarizando o acaso lo hacen por que es políticamente correcto?. Hubo un momento en que hablaban de las condiciones del campo en Latinoamerica y estuve a punto de gritar "Queremos Comercio Justo, no Libre Comercio", al final lo dijo quien pronunciaba el discurso, y todos le aplaudieron, y pensé me cuestione si en verdad todos los que ahi estaban, al ir al centro comercial, buscaban los productos de Oxfam (por citar a una ONG de Comercio Justo) o simplemente la solidaridad se quedaba ahí.
O bien cuando hablaban del agotamiento de los recursos minerales de África y América, hablaban de las minas de Zacatecas (México) y la gente aplaudia y gritaba por las denuncias contra el imperio, pero nunca nadie dijo que ese imperio que nos saqueó se llamaba España, entonces sí, que se haga la justicia en los bueyes de mi compadre.
No digo que estas ONG's no hagan algo productivo, pero no deja de sonarme a demagogia. No dejo de pensar que la Unión Europea otorga miles de Euros a grupos como el EZLN, que se han declarado a sí mismos como una guerrilla que enfrenta al estado mexicano y que aunque hace años no lanzan un tiro y nunca hubieron grandes enfrentamientos y que su pseudolíder el subcomandante Marcos ya no es más que una caricatura de sí mismo, no dejan de ser un foco rojo en el país.
Más adelante uno de los organizadores con el puño en alto se preguntaba hasta cuando América Latina iba a soportar tanta opresión o bien algo así de porque permitíamos esos abusos, me acerqué a una de mis compañeras y le dije, pues hasta que Estados Unidos deje de meter las manos en la región, y los países europeos, Rusia e Israel le dejen de vender armas los dictadores y paren de entrenarles a sus ejércitos y a sus fuerzas especiales que no han hecho otra cosa que sembrar el terror en nuestros países, porque quizá si nosotros también hubiesemos tenido armas, hubiéramos hecho la revolución, claro de seguro hubiera sucedido lo que en Nicaragua (que dicho sea de paso, cuando necesitó del mundo nadie les ayudó) o en Cuba. Tampoco es la solución...
Claro que disfruté el concierto, pero creo que hace falta mucho más que eso para acabar con el hambre y la pobreza.


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